Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) constituyen un llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo. Todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas aprobaron estos 17 Objetivos como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en el año 2015 y, aunque se está progresando, aún queda mucho camino por recorrer.
En este reto trascendental, la Economía Social y las Sociedades Laborales tienen un gran protagonismo y potencial transformador, al presentar un modelo alternativo que defiende la primacía de las personas sobre el capital, con los principios de democracia, solidaridad y cohesión social como elementos claves en la gestión. En las Sociedades Laborales, una de las familias de la Economía Social, las personas trabajadoras participan en el capital de forma mayoritaria y se prioriza la inversión frente a la distribución de dividendos. Una filosofía que promueve un modelo de empresa sostenible, que se sitúa a la vanguardia para conseguir mayores cotas de igualdad, enraizamiento territorial y, especialmente, un empleo estable y de calidad.
Esta cualidad clave apela directamente al ODS 8, el relativo al crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos. El modelo jurídico de la sociedad laboral contribuye a la existencia de empleo sostenible, estable y de calidad por su clara apuesta por la contratación indefinida y la adquisición de la condición de socio trabajador, mediante la participación de las personas trabajadoras en el capital. Además, el compromiso de las personas socias trabajadoras favorece la sostenibilidad y la perduración de los proyectos y del empleo en el tiempo, así como nuevas oportunidades para el reciclaje profesional y la mejora de las capacidades, un elemento vital para facilitar la inclusión.
Al tiempo que impulsa el empleo de calidad, el modelo de Sociedad Laboral lleva también en su ADN Objetivos de Desarrollo Sostenible tan relevantes como el 4, Educación de Calidad, por su impulso de la formación y capacitación de las personas trabajadoras; el 5, Igualdad de Género, debido a su garantiza de un nivel retributivo equivalente entre hombres y mujeres, además de la posibilidad de participar en los órganos de dirección y representación, mejorando las cuotas de igualdad; el 10, Reducción de las Desigualdades, al ser un modelo de empresa que facilita el equilibrio entre el desarrollo económico y los intereses y objetivos de las personas. A través de la Sociedad Laboral se produce una mejor redistribución de la riqueza y en consecuencia se reducen las desigualdades.

